miércoles, 12 de mayo de 2010


Encima de pobres apaleados

Hace unas semanas oí a un sencillo comercial -como sencillo parece ser el gran economista- que la verdadera crisis llegaría a España en julio. Era la opinión más negativa que había escuchado en tiempo. Sorprendido por vaticinio tan lúgubre, le pregunté y me respondió que por círculos empresariales a la situación actual se la calificaba de precrisis.

Ya veremos, porque a la vez que Zapatero anuncia drásticos recortes sociales el INE confirma que España sale de la recesión.

Según afirmaba Salgado en septiembre de 2009, “los Presupuestos para 2010 que el Gobierno ha llevado este martes al Congreso tienen dos objetivos principales: conservar las prestaciones sociales y corregir el déficit del Estado gracias a la subida de impuestos y un recorte "sin precedentes" del gasto”. Vistos los recortes anunciados por Zapatero esta mañana en el Congreso, supongo que estábamos por entonces ante otro de los imperativos categóricos tales como: “Aprobaré el estatut que salga del Parlament de Catalunya”.

¿Por qué no se ha fijado un esfuerzo mayor en incremento de impuestos para las clases altas? ¿Por qué no se anulan fiestas e inauguraciones antes que recortar sueldos y pensiones? ¿Por qué no se elimina la lacra de la corrupción inherente al sistema político actual? ¿Por qué no acabar con el fraude fiscal -cuyo reajuste aportaría a las arcas del Estado entre 70 mil y 200 mil millones de euros, un 20% del PIB? (un poquito más de los 15.000 millones de euros que pretende ahorrar Zapatero con las medidas anunciadas)

Y el PP diciendo que él nunca lo hubiera hecho. Lo peor de todo es que en este país no hay más opciones...

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